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El clima de Santianes del Agua


Son varias las aldeas nombradas como Santianes (parroquia de Sancti Johannis) que colorean el bello paisaje asturiano.

Pero solamente una lleva el apellido “del Agua”. Esta etimología no es casual sino que obedece a que el país de los astures era conocido como el país del agua.

Y en el caso de nuestra querida aldea riosellana el nombre resulta muy descriptivo, ya que el agua es parte fundamental de su clima y su paisaje.

“Sancti Johannis de Stola”, como era conocida la aldea según la documentación del medievo, es el Santianes que se encuentra en la ribera del rio Sella, junto a uno de los pocos meandros de su parte baja, a 43° 2’ Norte, 5° 3′ Oeste, ya escasos 20 msnm.

El pueblo está ubicado en un pequeño valle rodeado por montañas, con la principal barrera montañosa (Sierra de Escapa) hacia el sur y con el Mar Cantábrico a escasos 4 km en dirección norte. Esta ubicación favorece las lluvias orográficas. El flujo de humedad lo aporta el Cantábrico, y aunque la principal barrera orográfica del oriente asturiano son los Picos de Europa, las sierras prelitorales también juegan su papel en este tipo de microclima.

Según la clasificación climática de Köppen-Geiger, el clima de Santianes del Agua corresponde al tipo Cfb, que es un clima oceánico templado, sin estación seca y con verano templado.

La temperatura promedio del concejo de Ribadesella ronda los 13ºC, fluctuando la mayor parte del año entre los 5ºC de mínima en lo más crudo del invierno y los 25ºC demáxima en lo más tórrido del verano. El promedio del acumulado de precipitación anual se sitúa alrededor de 1200 mm.

Un clima muy suave que sin duda es un reclamo para los turistas que nos visitan, y que en la época estival vienen huyendo de los calores propios de zonas más meridionales de la Península Ibérica.

Cabe matizar que aunque en líneas generales Santianes comparte las características climáticas del resto del concejo, hay algunos detalles que conforman su propio microclima. Todos los inviernos se registran algunas heladas nocturnas de carácter débil, asociadas al tiempo anticiclónico, la inversión térmica y la subsidencia, al estar ubicado en una especie de hoya.

Los veranos son frescos y permiten dormir “a pierna suelta”, sin necesidad de aire acondicionado ni ventilador. 

Veranear en Santianes permite disfrutar de este clima suave para practicar senderismo en sus montañas, para divertirse descendiendo en canoa el Sella y para bañarse en las soleadas playas Cantábricas a poca distancia de la aldea por carretera. 

Además muy raramente se supera la barrera de los 30ºC. Estos episodios de calor inusual suelen asociarse a viento sur y efecto Föehn, más que a situaciones anticiclónicas de verano durante las cuáles suelen predominar losvientos marítimos más frescos.

Así ocurrió el 4 de mayo de 2020, cuando en un episodio propio de galerna, una masa de aire africano elevó los termómetros de la aldea hasta los 35ºC a mediodía, para después por la tarde caer más de 15 grados de forma abrupta al girar los vientos a componente norte. Sin duda una rareza, convertida en efeméride.

Y cómo ya hemos apuntado, las lluvias orográficas elevan la media anual por encima de esos 1200 mm propios del concejo, con un pico de precipitación en otoño/invierno, un máximo secundario en primavera y un mínimo estival no demasiado marcado.

Lluvias que son recogidas por el arroyo de Santianes que vierte sus aguas al Sella y por las dos riegas afluentes del mismo.

Cómo efemérides pluviómetricas caben destacar los 142 mm recogidos en 24 horas el 6 de febrero de 2021 y los más de 100 mm que cayeron la madrugada del 3 de agosto de 1988. 

Las crecidas del Sella son habituales, pero las conocidas como ‘riadonas’ que causan la inundación de las fincas adyacentesal cauce, y pueden llegar incluso a cubrir parcialmente la N-634, tienen períodos de retorno largos y son muy poco frecuentes.

Dado que la aldea se sitúa prácticamente a nivel del mar, y está favorecida por la templanza de las masas de aire marítimas, raramente nieva y hay que remontarse a la década de los 80, concretamente a enero de 1985 y febrero de 1983, para datar los últimos episodios prolongados de suelo cubierto de nieve. Sin duda el calentamiento global está provocando que este tipo de eventos extremos sean cada vez más excepcionales, aunque en las cimas de la Sierra de Escapa (Mofrechu y Joyadongo) prácticamente todos los inviernos siga apareciendo el blanco elemento.

Y para recoger todos estos datos climatológicos, la aldea cuenta con su propia estación meteorológica. Una humilde estación termopluviométrica ubicada en una finca del barrio de La Collada.

Francisco Carlos Blanco Sordo es el observador colaborador de AEMET, que de forma altruista, cada mañana a las 08 horas recoge el acumulado de precipitación de las últimas 24 horas, mide la temperatura máxima del día anterior y la temperatura mínima de esa madrugada.

La estación manual cuenta con una garita propiedad de AEMET, con la puerta orientada al Norte para evitar la radiación solar directa, perfectamente ventilada y situada a 1,20 metros sobre la hierba del prado.

Dentro de la garita se ubica el termómetro Six-Bellani.

 A 2 metros de la garita se sitúa el pluviómetro Hellmann, alejado de obstáculos altos que puedan afectar a la recogida de la precipitación. 

El observador también se encarga del mantenimiento de la instrumentación, de evitar telarañas o nidos de avispas, limpiar el verdín propio de la humedad, y segar la finca.

Santianes del Agua, un bonito pueblo asturiano que hace honor a su nombre y un enclave por descubrir.

Carlos Blanco Valle

Funcionario de la AEMET

 

 

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