Ir al contenido principal

Un recuerdo a La fuente San Juan

Nuestro pueblo, Santianes del Agua, está estrechamente relacionado con el agua, como lo demuestra su nombre y la abundancia de arroyos y manantiales.

Uno de los destacados es el manantial de la Fuente San Juan. Esta fuente se encuentra en una entrada a la izquierda del camino hacia el abandonado pueblo de Peme, poco después de dejar la zona más habitada del pueblo y justo antes de "los campos".

La Fuente San Juan tiene un significado importante, un lugar de encuentro, que durante el verano se aprovechaba su agua fresca para mazar, obteniendo una fantástica manteca y por supuesto para refrescarse los días de calor. Mientras que, en el invierno, a su agua más cálida, se iba a lavar la ropa (aunque cortaba el jabón al ser un agua muy caliza) y durante la "matanza", se utilizaba para lavar los despieces.

El origen del nombre de la fuente no está claro, pero se puede sospechar que está relacionado con el nombre del pueblo (Santianes, que proviene de Sancti Iohannis, San Juan en latín) y con el patrón del lugar. Además, la conexión entre las fuentes y la noche de San Juan también puede ser un motivo.

El agua, elemento imprescindible de la naturaleza, es vital para la existencia de toda forma de vida. Los arroyos, los ríos, las fuentes y los manantiales son indispensables, y desde tiempos antiguos, el ser humano ha considerado el agua como un tesoro sagrado.

Nuestra profunda dependencia del agua ha dado origen a una variedad de rituales y cultos que se han desarrollado alrededor de las fuentes y su carácter sagrado en muchas religiones. Estos rituales se fundamentan en los dos pilares fundamentales de la vida: la salud y la fertilidad. A lo largo de los siglos, el culto a las aguas, las fuentes y los pozos ha perdurado de manera asombrosa en la tradición popular. Incluso el cristianismo, de alguna manera, adoptó esos ritos y por San Juan aún se puede apreciar tradiciones tan singulares como las que a continuación se destacan.

En muchos pueblos, durante la noche de San Juan, se celebraba el rito del "enrame de las fuentes", que involucraba tres elementos: fuego, tierra y agua. Días antes del 24 de junio, la gente solía limpiar las fuentes y luego construir un ramo adornado con flores. Durante la Noche de San Juan, los vecinos del pueblo llevaban el ramo a la fuente y cantaban canciones relacionadas con el ramo y la noche de San Juan. Si había varias fuentes en el pueblo, se recorrían todas para ver cuál estaba mejor adornada. Todos los presentes eran bendecidos mojando la planta en el agua de la fuente y salpicando para protegerse de cualquier mal.

Finalmente, se competía por ser el primero en beber el agua de la fuente con la llegada de los primeros rayos del sol, en una antigua tradición conocida como "flor de agua". Esta tradición se asocia a las aguas de riachuelos y fuentes que reciben los primeros rayos del sol en el amanecer de la noche de San Juan, después de que la hoguera se haya apagado. Se creía que beber o bañarse en estas aguas tenía propiedades benéficas y curativas.

En la madrugada de San Juan, las jóvenes solían ir a una fuente para recoger la "flor del agua". La doncella que lograba recogerla creía firmemente que se casaría antes de que terminara el año. La primera joven que conseguía la "flor del agua" colocaba una rama en la fuente como señal de que ya había tomado esa mágica flor, para que las jóvenes que vinieran después vieran la fuente adornada y tuvieran que buscar otro manantial que aún estuviera virgen.


En los pueblos de Ribadesella de la parroquia de Linares y Collera, a esta última pertenecía  Santianes hasta principios del siglo XX, los jóvenes enramaban las casas de las chicas durante San Juan. El ramo, colocado en sus ventanas, estaba compuesto por hermosas flores si había armonía entre los jóvenes. Pero si una chica había rechazado a un chico o tenía una conducta considerada inapropiada, el ramo se componía principalmente de vulgares geranios o molestas ortigas, un presente bochornoso. Estos rituales comunitarios aceptaban o desaprobaban la conducta cotidiana. Mientras que colocar ramos en las ventanas de las chicas era tarea de los hombres, ellas adornaban las fuentes en la víspera de la festividad, al atardecer.

Luego, aprovechando la noche más corta del año, madrugaban diligentes para regresar a la fuente. La primera persona en llegar tomaba la "flor del agua", las primeras gotas que veían la luz del día. Esa noche, el agua y el fuego, elementos opuestos, poseían poderes especiales para proteger al hombre de enfermedades o problemas, al igual que a las plantas.


Otra tradición está unida al saúco, este era conocido por sus propiedades medicinales, pero se creía que, al recolectarlo el día de San Juan, tenía una virtud aún mayor. En la víspera, una noche mágica por excelencia, se decía que el santo orinaba sobre la planta, otorgándole poderes especiales para curar catarros (al hervirla con leche y tomarla caliente). Se afirmaba: "Ya meó San Juan por ello", lo cual justificaba su mayor virtud.

Fuente, agua, flores, saúco, San Juan… todo ello se une en este pequeño rincón que tenemos en Santianes y que queremos recordar... nuestra Fuente San Juan!!!!



Comentarios

Entradas populares de este blog

La Obra Pía de Collera (i)

Juan José Pérez Valle La Plaza Nueva Introducción Documento referente a la obra Pía Las instrucciones benéficas creadas en Asturias a lo largo del Antiguo Régimen, salvo en el caso de determinados hospitales, eran privadas, fundados por personas que se encontraban en una situación económica más desahogada que lo del resto de la población, a /o que se sumaba también las motivaciones piadosas de algunas sacerdotes. Solían estar centradas en el lugar de nacimiento o parroquia del fundador; y muchas veces beneficiaban exclusivamente a sus parientes o allegados. Ribadesella tuvo varias fundaciones pías desde el siglo XV: los hospitales-albergues de Ribadesella y Berbes, el primero de ellos, municipal, las fundaciones de escuela en la villa de Ribadesella, El Carmen y Leces, de las que ya me he ocupado anteriormente en otras publicadones, y las obras pías de S. Esteban, También llamada "del Concejo", y sobre todo la de Collera, obra pía que perduró a lo largo de varios siglos y obj...

Río Santianes

 . La Plaza Nueva . Juan José Pérez Valle Flanqueado a su izquierda por los picos del Collau de la Tabla, El Cabezu, Mofrechu, La Escapa, El Porru y La Cerezal, y a su derecha por La Cabeza y La Corona de Las Pandas, discurre un río, el de Santianes. Aunque se le reconoce por este nombre, en realidad los lugareños le denominan Río Cobayos, riachuelo que nace bajo el Collau de la Tabla, en los lugares conocidos como Los Pradones y Vega de Busterré, formando lo que se conoce como Riega de Busterré, Riega Seca y Riega del Veular. La Riega de Martincano le aporta aguas por su izquierda para formar el río de Santianes propiamente dicho. La puente Madera Aguas abajo por su margen derecha y en un paraje solitario cubierto de maleza, se encuentran los restos del primer y pequeño molino de esta cuenca fluvial que en otro tiempo dio vida al lugar, el Molín de Sierra. Siguiendo su curso, tras pasar sus aguas bajo un puente con barandilla metálica que da acceso a una pista forestal, y entre fr...

El barrio de La Collada

La Collada, barrio de Santianes del Agua, era el lugar por el cual atravesaba la Calzada Real que comunicaba parte del oriente de Asturias con Covadonga y Castilla. De antiguo, diligencias circulaban por el lugar, haciendo parada en la Casa de Postas que estaba ubicada en el cercano barrio de La Bobaral. La quintana de La Collada Comenzamos nuestra historia por los propietarios del lugar, la familia Rubín, allá por los años de 1830. D. Bernardo González de Soto, oriundo de San Fernando el Real de Ferrol y Dña. Mª Josefa Rodriguez de Rubín, nacida en Camuño, Salas, compraron seguramente La Collada cuando D. Bernardo, capitán de la marina Real, era destinado al servicio de Aduanas de Ribadesella y Llanes. Esta familia no era dueña solamente de La Collada, sino que también poseía fincas desde El Plaganal hasta Peme. Casa principal La familia González Rubín, constituyen la Quintana de La Collada, formada por una casa principal, unas caballerizas, un lagar industrial, unas cuadras, una er...